A riesgo de sonar vieja, cuando crecí en los años 70 y 80, en el lado este inferior de Manhattan, definitivamente pense que el masaje era un lujo. Cuando comencé a trabajar y ganar dinero, todavía lo consideraba un lujo. ¿Por qué? Porque eso es lo que vi en los c 4omerciales. Recuerdo claramente ver mujeres envueltas en estas grandes y cómodas túnicas, con el cabello envuelto en una toalla. Estaban acostados en una mesa con los ojos cerrados y una mirada satisfecha en sus rostros, mientras se les trabajaba. Chica, las envidio! (En una nota al margen y recordando, solo recuerdo haber visto las manos o la espalda de los terapeutas. Interesante).
Honestamente, nunca pensé que recibir un masaje fuera un regalo para mí o para alguien más. Simplemente no fue algo que diste. ¿Puedes relacionarte o es solo mi mentalidad por el lugar de donde vengo?
Sin embargo, puedo recordar cuando conocí por primera vez las maravillas del masaje. Bueno, en ese momento, no lo habría descrito como una experiencia maravillosa, porque acababa de estar involucrado en un accidente automovilístico. Y déjame decirte que fue un desastre.
Ahora se está preguntando sobre el accidente automovilístico, ¿verdad? Sucedió cuando iba a recoger a mi mamá del aeropuerto. Había tomado prestado el auto de una amiga (nunca prestes tu auto) porque el mío no estaba funcionando esa mañana. De todos modos, mi hija de 4 años y yo nos dirigíamos al aeropuerto cuando un individuo, que aparentemente no debería haber conducido, nos golpeó de costado. Nunca supimos los detalles, pero estamos seguros de que conducía bajo algún tipo de influencia. De hecho, nos golpeó dos veces, conduciendo aproximadamente a 60 mph. Recuerdo volver a mirar a mi hija y sentir la sensación más horrenda emanando de cada poro de mi cuerpo y alma. Claramente no sé si las almas tienen poros, pero eso es lo más exacto que puedo describir.
Afortunadamente, mi hija y yo sobrevivimos sin un rasguño. El equipo de EMT nos revisó y nos envió a casa. Los dos nos sentimos bien el primer día. Así que déjame preguntarte... ¿Has tenido un accidente automovilístico? ¿Te has ido pensando, tengo suerte, no tengo dolor? ¿Lo sentiste al día siguiente?
¿EL DÍA SIGUIENTE? Sí, yo también.
Afortunadamente, mi hija no.
Me refirieron a un quiropráctico, que honestamente no pareció ayudar en absoluto. Recibiría un masaje después de ver al quiropráctico. ¿Puedo decir que fue HORRIBLE? Me dolió tanto que no pude levantarme después. Me arrastraba de la cama hasta mis rodillas y luego me levantaba lentamente. La masajista estaba horrorizada, pero ni ella ni el quiropráctico me ayudaron con el dolor. O incluso levantarme del suelo.
Entonces, a estas alturas, probablemente te estés preguntando hacia dónde va esta historia. Bueno, la simple verdad es que aprendí mucho sobre mis músculos y articulaciones gracias a esta experiencia. Me di cuenta de los músculos que uso para ciertos movimientos. Como terapeuta de masaje, uno aprende los músculos del cuerpo y sus movimientos para que pueda atender mejor a sus clientes. Y así, fue interesante volverme hiperconsciente de mi cuerpo desde una perspectiva diferente.
Voy a volver a mi pregunta original: ¿El masaje es un lujo o una necesidad? Bueno, realmente depende de ti. Si quieres darse el gusto de vivir, entonces un spa es para ti. Ofrecen muchas comodidades además de un masaje y, como tal, pagará más. Por otro lado, si está buscando aliviar dolor, entonces esa es una experiencia completamente diferente. Dependiendo del masaje, puede ser doloroso. Es un sensación de que duele tan bueno, que dura un tiempo y sabes que el dolor eventualmente disminuirá. No sé de usted, pero mi mente en realidad saborea ese tipo de dolor porque se siente satisfactorio y sabes que, oh, tan buena sensación está a la vuelta de la esquina.
Odio decirlo, pero a medida que envejecemos, parece que nos acostumbramos a vivir con dolor. Se convierte en parte de nuestra vida diaria y dejamos de pensar en ello hasta que se vuelve insoportable. Y ahí es cuando nos damos cuenta de que necesitamos ayuda.
Entonces, mi respuesta es que el masaje puede ser un lujo o una necesidad. Solo depende de ti y de cómo te sientas.
Por favor comente abajo y déjeme saber lo que piensa. Siéntete libre de compartir tus experiencias. Me encantaría saber de ti.